miércoles, 2 de diciembre de 2015

El pelo del recién nacido: lanugo, caída, calvitas... ¡Es normal!


¿Cuándo aparece? ¿Cómo influye la genética? ¿Cuál es la mejor manera de cuidarlo? Os desvelamos todo sobre el cabello de vuestro bebé.



Entre las semanas 14 y 16 de gestación, al futuro bebé empiezan a salirle pelitos muy finos en la piel, más abundantes en la cabeza y en las cejas, y en la semana 20 todo su cuerpo está cubierto por ellos.
Esta capa aterciopelada de vello, conocido médicamente como lanugo, hace que se acumule un manto graso sobre su piel, que aún es muy fina y sin grasa subcutánea, ejerciendo una función aislante y protectora que evita que se le ablande por el contacto continuo con el líquido amniótico.

EN LA ESPALDA Y LAS OREJAS

Desde el octavo mes de gestación el lanugo se empieza a caer y va a parar al líquido amniótico. Como el bebé se lo traga, el lanugo pasa a formar parte del meconio, la primera deposición que el bebé hará fuera del cuerpo de su madre y que pone en marcha sus intestinos. El lanugo, por tanto, también favorece el funcionamiento intestinal del pequeño.
Hay zonas de las que el lanugo tarda más en desprenderse, como los hombros, la espalda, las orejas y la cabeza. Por eso hay bebés que al nacer todavía conservan restos de pelitos en estas partes (les ocurre sobre todo a los prematuros).
Si el vuestro es uno de ellos, no os alarméis, porque este vello carece de raíz y se le irá cayendo en las siguientes semanas con el roce habitual de la ropa y las sábanas. Y es que fuera del organismo de su madre ya no le hace ninguna falta: ahora sois vosotros los que le vais a alimentar para que su cuerpo disponga de los nutrientes que necesita y los que le vais a abrazar, arropar, limpiar y vacunar, con el fin de mantenerle lejos del frío y de las enfermedades.

¡SE HA QUEDADO CALVO!

Como podéis deducir después de lo leído, que a vuestro pequeño se le caiga el pelo de la cabeza y se quede calvete no debe preocuparos en absoluto, porque no denota que esté falto de vitaminas ni tampoco es síntoma de ninguna enfermedad: lo que ocurre es que esa pelusilla no era cabello, sino lanugo, y debe perderlo para que le salga el cabello “de verdad” (tened en cuenta que no lo perderá todo al mismo tiempo ni de la misma manera en todas las partes de la cabeza).
Sólo debéis tener un poco de paciencia, porque tanto en este caso como en el de los niños que nacen sin pelo, el “problema” de la calvicie se resuelve espontáneamente en cuestión de unos cuantos meses.
Tampoco debéis extrañaros si a vuestro hijo le sale una calvita redonda en la parte posterior de la cabeza, justo encima de la nuca, porque no se debe a ninguna afección de la piel. Su aparición se explica porque pasa muchas horas al día tumbado y el roce casi continuo con las sábanas de la cuna y con el cochecito acelera la caída del lanugo en esta zona.


No hay comentarios:

Publicar un comentario