miércoles, 11 de noviembre de 2015

Lactancia en situaciones especiales para el lactante


Existen múltiples situaciones en las que la lactancia pueden contarse con as dificultades por ser situaciones poco habituales o bien de enfermedad. En todas ellas, los beneficios inmunologicos, nutricionales y psicoafectivos de la lactancia son indiscutibles. El deseo de amamantar y la ayuda que ofrezcan los profesionales son elementos decisivos para el existo de la lactancia. 

Niños prematuros:

El lugar ideal para un bebé prematuro, es el pecho de su madre, practicando el llamado método canguro, que permite contacto piel con piel continuado y un libre acceso del bebé al pecho y a la nutrición óptima. La leche materna aporta al prematuro factores inmunes como defensa ante las infecciones, y factores como el EFG, que previenen la enterocolitis necrotizante y la hemorragia cerebral, principales causas de muerte en estos bebés. Está científicamente demostrado que la lactancia materna es menos agotadora que el biberón. Además le aporta amor, calor y seguridad, previniendo que empeore a causa del stress.
Parece que la succión facilita el aprovechamiento de la leche suministrada por sonda, quizás por la producción de lipasa lingual. Incluso los grandes prematuros (desde la semana 25) diferencian perfectamente la voz de su madre de las demás. No sólo la reconocen, oír a su mamá beneficia a su salud: así, por ejemplo, la saturación de oxígeno en la sangre de los prematuros mejora cuando tienen a su familia cerca.

Gemelos, trillizos:

Cualquier madre puede tener una producción de leche suficiente para alimentar a dos e incluso a tres bebés, con la suficiente información y apoyo. Inicio precoz y lactancia frecuente es el mejor modo de asegurar una buena producción. Se puede amamantar a los bebés por separado, lo que puede facilitar el aprendizaje de una buena técnica de lactancia en el inicio, o dar a los dos a vez, opción que ahorra tiempo y es cómoda para muchas madres, agrupando las tomas para tener momentos de descanso. Es fundamental una adecuada información en el embarazo, y un apoyo cercano en el postparto y días posteriores, así como ayudar a la madre a organizarse para que pueda delegar todas las tareas que no son dar de mamar. Existen grupos de madres de apoyo a la lactancia para partos múltiples.
Si los gemelos son prematuros, será conveniente mantener la producción mediante la extracción, hasta que los bebés sean capaces de succionar de forma adecuada.

Síndrome de Down:

El amamantamiento es especialmente beneficioso en estos niños, ya que con frecuencia tienen patologías asociadas y por tanto en ellos es de especial interés prevenir infecciones y mejorar su estado de salud. Para las madres que tienen de forma inesperada un bebé con SD Down, el contacto piel con piel y el vínculo afectivo y hormonal que proporciona la lactancia materna será de gran ayuda para aceptar mejor a su bebé, superar la angustia inicial y conectarse con él. La hipotonia muscular, junto con la macroglosia, hace más difícil conseguir un sello correcto, una presión negativa y unos mecanismos de succión adecuados. Ayudar a la madre a colocar al niño en una postura adecuada puede mejorar la técnica de amamantamiento, con paciencia, porque requiere más tiempo que en otros bebés. Es normal que las tomas sean más largas de lo habitual, o más frecuentes. La curva de crecimiento de estos niños es diferente, se alimenten con pecho o con biberón.

Cardiopatías congénitas:

Existe la creencia errónea de que la alimentación al pecho es demasiado difícil para estos niños por lo que se aconseja, sin base en criterios científicos, la alimentación artificial. La mayoría de bebés con problemas cardíacos maman sin dificultad. Se ha observado que existe menos stress cardiorespiratorio con la alimentación al pecho, con mejores saturaciones de oxígeno que mediante la alimentación con biberón. La frecuencia cardíaca y respiratoria permanecen estables durante la toma, sin desaturaciones de la PO2. La leche materna es baja en sodio, y fácilmente digerible, y en caso de aspiración bronquial menos dañina, además de que previene infecciones.
Se aconseja informar a la madre de los síntomas que presentará su bebé si tiene insuficiencia cardíaca en relación con la alimentación (disnea, cianosis, taquipnea, cansancio...). A veces puede ayudar el hacer tomas cortas pero frecuentes, y en casos severos, aportar leche extraía como suplemento (bebés con alto gasto cardíaco).

Labio leporino o fisura palatina:

Son alteraciones de la estructura del labio y el paladar que se encuentran divididos por una fisura.
La lactancia materna en estos niños favorece el vínculo madre-hijo y reduce la aparición de otitis media recurrente.
Lo más importante para el proceso de amamantamiento en este tipo de anomalías es conocer si el niño es capaz de realizar un sellado, una succión y una presión negativa adecuados. Si el niño puede o no ser amamantado va a depender de la extensión del problema, pero en muchos casos se consigue con paciencia y ayuda colocar una buena postura, sobre todo cuando el defecto es pequeño y sólo hay un labio hendido sin fisura del paladar. La madre puede ayudar sellando con su dedo la zona del defecto. En los casos más severos, con fisura palatina grande, si no logra la succión correcta hasta la intervención quirúrgica, se puede ayudar con una prótesis blanda o administrar la leche materna por sonda.
Después de la cirugía es aconsejable una alimentación al pecho precoz, pues se ha estudiado que no presenta riesgo y la ganancia de peso es mayor que si se suministra una alimentación con cuchara.

Niños con alteraciones neurológicas y/o hipotonia:

Pueden tener dificultades para mamar porque no logren una buena succión (hipotonia, incoordinación motora), o por dificultad para sostener la cabeza y la postura corporal. Se puede ayudar cambiando la postura del bebé, con almohada, y presionando el pecho con los dedos para que no llegue con intensidad el flujo de leche y se atragante. Si la succión es imposible, conviene que la madre extraiga leche y se le administre por sonda.

CONTRAINDICACIONES DE LA LACTANCIA:
  • Galactosemia (no es lo mismo que la intolerancia secundaria a la lactosa por diarrea).
  • SIDA materno.
  • Herpes simple materno (no el herpes zoster): evitar el lado afecto en el primer mes en un herpes simple de pezón (si el bebé se contagia puede tener una infección generalizada y potencialmente mortal).
FALSAS CONTRAINDICACIONES DE LA LACTANCIA:
  • La lactancia está contraindicada en ictericia del bebé: mentira. Tomas frecuentes ayudan a eliminar la bilirrubina del intestino. La ictericia por lactancia es mas frecuente cuando se hacen tomas poco frecuentes y limitadas. No está justificado el uso de biberones de suero glucosado (hacen que el bebé no mame). Es importante seguir controles según la severidad, en ictericia leve de los primeros días no hacer nada salvo luz solar y lactancia frecuente. Si el bebé precisa fototerapia, continuar lactancia.
  • Mi bebé tiene diarrea, no puedo darle de pecho: mentira. La leche materna es el mejor rehidratante con nutrientes fácilmente asimilables, que además le aporta factores defensivos (inmunoglobulinas, lactoferrina, lisozima, bifidobacterias...) y otros que ayudan a reparar la mucosa intestinal dañada. Hay que dejarse guiar por las necesidades del bebé, que actúa según su instinto, y darle de mamar cuando lo pida, y todo el rato que quiera, ya que él regula la composición de la leche adaptándola a lo que necesita.


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